Lección anti-ventas de gente sin alma

Lección anti-ventas de gente sin alma

Hace un tiempo estábamos por un pueblo perdido y nos metimos en un restaurante a lo que suele ir la gente a esos lugares.

Iba con un caballero, no voy a dar nombre, no sé porqué. Solo decirte que es pelado.

Eso te deja igual, suelen gustarme los pelados.

Una filia que tengo.

Y bueno, tenía tanta hambre que no podía pensar con claridad.

El olor a calamares fritos o a arroz en su tinta o a todo junto me estaba asesinando.

Nada más de pensar que en el largo camino que tenía que hacer la comida desde que salía de la cocina hasta llegar a la mesa, quería llorar de desesperación.

Lo peor es que todavía no habíamos pedido.

– ¿Qué van a pedir? Dijo la camarera.

– A ver…El arroz negro tiene buena pinta. La paella tiene buena pinta. Los calamares rellenos tienen buena pinta. ¿Sopa de marisco? No, sí, sí, no.

– ¿Vuelvo más tarde?

Los dos casi gritamos:

– Por favor no te vayas!

– ¿Qué nos recomiendas? Le pregunté en la angustia de la duda.

Y la muy infeliz me dice:

– No sé. Es quea mí el pescado nunca me ha gustado, me da asco.

– Bueno. Ponme un cuchillito nomás, para cortarme las venas. (Mentira, no le dije eso)

¿No ves cuando alguien te está pidiendo a gritos que le vendas algo?

¿No ves que tu cliente necesita eso que tú tienes y sólo le hace falta que lo saques de sus dudas?

¿No ves que vender es necesario?

Es más, la venta es algo que está sucediendo todo el tiempo en todos lados. 

Quieras o no.

La camarera está malvendiendo como una desalmada, el cocinero le vende a los camareros la idea de que sus platos tienen que llegar calientes a las mesas, la persona que limpia el local le vende a unos niños la idea de que es mejor no pisar el suelo mojado, el tipo de la mesa de al lado está vendiéndole a la mujer de jersey rojo que tiene enfrente la idea de que es un buen amante…

Te digo una cosa:

Por los ojos de ella, ya está convencida.

Por cierto…¿Tus textos venden?

 

P.D: Los que quieren que su cliente ideal los mire como la mujer de jersey rojo, dejan su correo en la cajita de abajo:

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