El diablo da lecciones de venta en el mercado
En la película Pactar con el Diablo (en Argentina conocida como El Abogado del Diablo), en un momento los personajes principales pasean por un mercado.
Al Pacino es el mega malo John Milton, y le habla a Keanu R. que en su versión abogado repelente es Kevin Lomax.
El megamalo no es un mafioso, es el diablo encarnado. Es Lucifer, el señor del mal. Es Saruman, Orco, Nazgul, Voldemort, Dark Vader, Nelly Olson, Brutus y Gargamel juntos.
Pero a pesar de tener todo el poder y riqueza a su alcance, John Milton viaja en metro, viste como cualquier vecino y sabe insultar en spanglish.
John enseña a Kevin. Le dice:
– No seas demasiado engreído, muchacho. Que no te vean llegar, eso lo arruina todo. Debes mantenerte siempre pequeño. Inocuo. Debes ser el tonto, el leproso. Tu única debilidad es esa mirada de casanova…Mírame a mí, soy una sorpresa Kevin, tengo la mano debajo de la falda de la Mona Lisa, pero nunca me ven llegar.
¿Qué tiene que ver eso con tu negocio?
Varias cosas.
Una de ellas: los beneficios.
La mayoría de las cartas de venta utilizan tan mal los beneficios que son más repelentes que Kevin Lomax y su mirada de casanova.