Crónica del Apocalipsis. Día 4

Crónica del Apocalipsis. Día 4

Tenemos la mente atrapada en un coro loop.

La camioneta que ayer circulaba con un altavoz amenazando con multas a los vecinos que se vieran por la calle, me recordaba a un libro de ciencia ficción, pero en versión de barrio.

Esta mañana encontré una cosa que me animó, hoy que es la fecha límite antes de que mi piel se vuelva verde y eche humo por las narices como una Hulk pero bien cutre.

Una colega que veo en instagram colgó:

En la epidemia de gripe que arrasó Inglaterra en 1918, entre los reclusos de la cárcel no hubo bajas gracias a que los presos se entrenaban con el método Pilates.

Bueno, no sé Pilates. Pero supongo que una hora de ejercicio o baile también servirá.

Anoche tuve sueños raros y ninguno era de copy.

Me debo estar transformando en algo que no quiero.

Por suerte en casa nos organizamos y ya montamos un mini coworking.

Tenemos un excel con las tareas de cocina y limpieza.

Nada puede ir mal.

 

 

P.D: Ahora me hacen una entrevista para un podcast. En un rato me pongo a hacer ejercicio. Como que me llamo Teresa.

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