Crónica del Apocalipsis. Día 9
Me gustó un ejercicio que salía en el libro Not Knowing. Se llama «Sócrates por un día».
Parece ser que Sócrates jugaba a hacer preguntas a las que luego se contestaba «No sé». Como si de esa manera el pensamiento se pudiera abrir a nuevas opciones.
El juego se trata de imaginar que las ideas son comida.
Es decir que antes de engullir sin saborear y responder sin pausa, hay que escuchar lo que te preguntan, tomarse unos segundos y crear un espacio mental de “no sé”.
Esperar.
Escuchar.
Esperar.
Ver qué pasa por dentro.
Qué son esos impulsos por hablar, por accionar.
¿De dónde vienen?
¿Dónde me llevan?
Vale, ya lo terminé, no daré más la lata con este libro.
Los próximos en la mesa de luz son:
«Las edades de Lulú» (muy grande Almudena), y uno de física cuántica. Y otro sobre ventas que promete mucho.
No sé por dónde comenzar.
Me dan miedo los dos primeros, la verdad, me pueden llevar a estados poco recomendables para un confinamiento.
Lo que sí es seguro es que voy a corregir textos y escribir un par de páginas de aterrizaje, eso no se hace en veinte minutos, ni en un cerrar y abrir de ojos.
Es difícil concentrarse en medio de la infoxicación, así que mis medidas preventivas serán
– No leer un titular de la prensa sin leer el contenido del artículo (todos te asustan primero para después explicarte que no es para tanto).
– Leer noticias solo una vez al día. Reflexionar sobre los datos que leo.
– Calmar a la familia que cree que va morir por una enfermedad que en el 99% de los casos es mortal solo para gente con enfermedades graves previas.
– Seguir haciendo rutinas de danza y ejercicio para que el estómago no se contraiga.
Con tensión en el cuerpo no se puede escribir, ni vender. Ni mantener tu sistema inmune en condiciones.
En todo caso, cuando calmes la tensión y recuerdes que vender es un recurso que vas a necesitar con o sin pandemia, y te quieras divertir aprendiendo sobre psicología de ventas, te suscribes debajo.