Soy una profesora de danza que metió la pata.

Siempre tengo alumnas en mis clases, no gasto energía con eso. Vendo bien mi trabajo, además las alumnas antiguas me van recomendando.

Y como me creo muy lista, pensé:

-Ahora pones una web vendiendo servicios de danza online y lo petas.

Puse una web chulísima, con fotos profesionales, con regalos, con vídeos en youtube dando valor a chorro y ¿sabes qué pasó?

No petó.

Le caían usuarias que dejaban comentarios, mandaban mensajes, y se iban como habían llegado.

Veía toda esa ilusión, ese tiempo invertido en algo tan poco rentable y sentía náuseas.

Así que investigué hasta dar con el error.

Me faltaba copywriting.

Claro. La psicología de ventas que usaba de manera intuitiva cuando hablo con alguien cara a cara, no la podía transferir a los escritos de mi web sin saber copywriting.

Cuando apliqué copy ¿sabes qué pasó?

1- A mis clases llegaron más alumnas que valoraban mi manera de enseñar y que confiaban en mí sin haberme visto la cara en su vida.

2- Terminé convirtiéndome en copywriter. 

Descubrí un mundo fascinante. Me obsesioné, ligeramente. 

Mis primeros pasos como copywriter fueron vendiendo servicios en el mundillo del porno. 

Lee bien. 

Vendía servicios de escritura, para gente que vendía servicios «eróticos».

Ponía un titular y llegaba un perfil de cliente, lo cambiaba y llegaba otro. En unas pocas horas experimentaba los resultados de cada uno de los principios de copy.

Hay quienes piensan que es fácil trabajar en un mercado que mueve tanto dinero. No se dan cuenta de que a más clientes, más competencia.

Hay mucha profesional en el sector erótico diciendo que «tuvieron» que bajar los precios, ofrecer más servicios por la misma tarifa, ya sabes, lo típco.

Esto es igual en todos los mercados, vendas servicios de terapia, o seguros, tu mensaje de ventas es indispensable para marcar la diferencia.

Mientras hacía esto, en la página de mis clases de danza, veía que en la misma web, con el mismo presupuesto de publicidad al cambiar el copywriting obtienes un 100% o 200% más de resultado. Eso como mínimo.

Una cosa es que te lo cuenten, otra fue comprobarlo.

El copy fue ocupando cada vez más y más espacio.

Hoy me dedico a escribir para clientes y suscriptores. También hago auditorías. 

Por las noches doy alguna clase de danza, que hay que mantenerse en movimiento para pensar con claridad, claro.

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